TACTO PRESIÓN Y VIBRACIÓN
- La sensación de tacto se debe a estimulación de receptores táctiles en la piel o tejidos inmediatos a ella.
- La sensación de presión se debe a deformación de tejidos más profundos.
- La sensación de vibración se debe a señales sensoriales que se repiten.
De momento se reconocen 6 tipos de receptores táctiles, de los que sus características son:
- Algunas terminaciones nerviosas libres, que se encuentran en la piel y en otros tejidos pueden responder al tacto y la presión. (Ej. contacto ligero en la córnea del ojo, que no contiene ningún otro tipo de terminación nerviosa fuera de las libres, puede dar lugar a sensaciones de tacto y presión).
- Un receptor del tacto especialmente sensible, el corpúsculo de Meissner, terminación nerviosa encapsulada que excita una fibra nerviosa sensorial mielínica.
- Las yemas de los dedos y otras regiones ricas en corpúsculos de Meissner tienen también receptores al tacto de extremo ensanchado. (Ej. Discos de Merkel, estos receptores difieren de los corpúsculos de Meissner en que transmiten una señal inicial más intensa, que se adapta parcialmente, y luego una señal continua más débil que se adapta lentamente. Por esto, es probable que den origen a señales estables y permitan percibir el contacto prolongado de un objeto contra la piel. Los tejidos cubiertos de vello casi no tienen corpúsculos de Meissner, pero sí receptores de extremo ensanchado.)
- Un movimiento ligero de cualquier pelo del organismo estimula la fibra nerviosa que rodea su base. El órgano piloso terminal, representa también una variedad de receptor del tacto.
- Los órganos terminales de Ruffini, que se encuentran en las capas profundas de la piel y en tejidos profundos, son señales continuas e intensas de tacto o de presión que se adaptan poco, ya que su función es reconocer deformaciones de los tejidos profundos.
- Los corpúsculos de Pacini, receptores inmediatamente debajo de la piel estimulados únicamente por movimientos muy rápidos de los tejidos, pues se adaptan en una fracción de segundo. Son sumamente importantes para el sentido vibratorio. Todos los receptores al tacto intervienen en la identificación de las vibraciones, aunque diferentes receptores respondan a frecuencias distintas.
Las variedades de señales sensoriales más críticas, las que ayudan a una localización concreta sobre la piel a reconocer cambios ligeros o rápidos de intensidad del estímulo corresponden a fibras nerviosas con gran velocidad de conducción. Sin embargo, las señales más burdas, como la presión profunda poco precisa y el tacto difuso, corresponden a fibras nerviosas más lentas, que también ocupan mucho menos espacio en los nervios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario